El tren que nos llevaba desde Santa Fe a Monte Vera pasaba por diferentes estaciones y apeaderos.
Nosotros lo tomábamos en el Nº 5 y pasábamos por la estación Guadalupe, km 9, Angel Gallardo, km 13,
y finalmente Monte Vera.
Una vez, volviendo de la casa de mi hermana Marta, el tren venía muy lleno. Eran como las 10 de la noche. Al llegar al apeadero 5 mi hermana y yo bajamos, pero mis padres no alcanzaron a descender.
Todavía recuerdo los gritos de mi madre desde el tren: "Mis hijos! Mis hijos!"
y nos gritaba: "Vayan para casa. Nosotros ya vamos!"
Así fue como siendo muy pequeños, mi hermana y yo, nos encaminamos hacia nuestra casa, solos, de noche y de la mano. Con mucho miedo.
Casi llegando a nuestra casa, cruzando el campo que había enfrente de nuestra cuadra escuché la voz de mi mamá que nos llamaba llorando.